La Habana, 11 abr (AIN) Combatir la banalidad, la vulgaridad y la incultura fue el llamado hecho por Miguel Díaz-Canel, miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba y Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, al concluir el I Taller Nacional de Formación en Valores.
Díaz-Canel refirió cómo la falta de principios y buen gusto puede volverse un mecanismo más de subversión ideológica, principalmente si se enfoca en los sectores más jóvenes de la población.
No podemos permitir que quienes hoy cursan el preuniversitario o la universidad se permeen del egoísmo, la vanidad y la desmovilización política que les predica la filosofía neoliberal, porque entonces se habrá roto la continuidad ideológica que nuestro proceso necesita.
Subrayó la importancia que tendrá en los años más inmediatos la coherencia entre las transformaciones sociales y las económicas del país.
En ese sentido, los proyectos locales jugarán un papel fundamental como nexo entre los barrios y las instituciones estatales, pero será necesario integrar de manera más armónica la numerosa cantidad de ellos que existe, y buscar que logren un impacto más inmediato en su entorno, expresó.
El Primer Vicepresidente cubano llamó a aprovechar dichos espacios comunitarios para dar salida a las insatisfacciones y preocupaciones de la población, de modo que la acumulación de problemas no llegue a ser tan grande que las personas sientan que no hay cómo solucionarlos y caigan en la apatía.
Las palabras de Díaz- Canel sirvieron como colofón a tres días de debates del Taller, donde se trataron asuntos tales como el papel de la familia y el barrio en la construcción de la moral, y la necesidad de una mejor enseñanza de la Historia de Cuba para la formación en valores.
Díaz-Canel refirió cómo la falta de principios y buen gusto puede volverse un mecanismo más de subversión ideológica, principalmente si se enfoca en los sectores más jóvenes de la población.
No podemos permitir que quienes hoy cursan el preuniversitario o la universidad se permeen del egoísmo, la vanidad y la desmovilización política que les predica la filosofía neoliberal, porque entonces se habrá roto la continuidad ideológica que nuestro proceso necesita.
Subrayó la importancia que tendrá en los años más inmediatos la coherencia entre las transformaciones sociales y las económicas del país.
En ese sentido, los proyectos locales jugarán un papel fundamental como nexo entre los barrios y las instituciones estatales, pero será necesario integrar de manera más armónica la numerosa cantidad de ellos que existe, y buscar que logren un impacto más inmediato en su entorno, expresó.
El Primer Vicepresidente cubano llamó a aprovechar dichos espacios comunitarios para dar salida a las insatisfacciones y preocupaciones de la población, de modo que la acumulación de problemas no llegue a ser tan grande que las personas sientan que no hay cómo solucionarlos y caigan en la apatía.
Las palabras de Díaz- Canel sirvieron como colofón a tres días de debates del Taller, donde se trataron asuntos tales como el papel de la familia y el barrio en la construcción de la moral, y la necesidad de una mejor enseñanza de la Historia de Cuba para la formación en valores.
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