Escrito por
Noel Manzanares Blanco
Aristas inequívocas del Cuban Medical Professional Parole Program,
programa especial de visas para los profesionales de la salud de la Isla
en misiones en otros países
“Médicos sin reválida: Talentos que languidecen atrapados por la
necesidad”, es el título que hoy publica El Nuevo Herald, portavoz de la
extrema derecha gusano-yanqui radicada en la Florida.
Allí, sin rodeo alguno, se ejemplifica la suerte de galenos oriundo de la Mayor de las Antillas acogidos/as al Cuban Medical Professional Parole Program: “Cada fin de semana, Duvier Gómez, un médico cubano especialista en oncología ginecológica, trabaja repartiendo la comida de un restaurante de la Calle 8 de Miami”.
El reporte también cita a Julio César Alfonso, presidente de Solidaridad Sin Fronteras (SSF), organización promotora de tal Program, quien certifica al respeto: “El país ha recibido una avalancha de médicos cubanos que están subutilizados, trabajando en cafeterías, restaurantes, manejando un taxi o en lo que encuentren”. “Estamos buscando trabajo para ellos en el perfil médico para que no tengan que estar recorriendo toda la ciudad y buscando posiciones de empleo donde muchas veces ni siquiera los escuchan”.
En este orden de pensamiento, considero que quizás sea innecesario advertirle a usted que ni El Herald ni SSF son simpatizantes de la Revolución Cubana, una razón que a todas luces justifica que sería una desequilibrada mental la persona que opine que esos sujetos, con sus manifestaciones, quieren favorecer la imagen de la Fraternidad militante como hecho cotidiano en la práctica internacional del Socialismo que construimos en la Isla.
No obstante, acerca de este asunto sí encuentro pertinente recordar que justo la semana pasada resalté en Cuba: The NYT responde al ABC la mala voluntad del rotativo español al divulgar Los médicos enviados por Cuba a Venezuela huyen en masas a EE. UU.; y la respuesta inmediata de nuestro Embajador en Madrid, quien contrastó esa divulgación con la de “otros medios de prensa españoles” [que hicieron constar] que lamentablemente ‘3.400 médicos (de España) han pedido ya este año el certificado para emigrar’”.
Asimismo, que en ese trabajo destaqué el rótulo La fuga de cerebros en Cuba, cortesía de EEUU, un Editorial de The New York Times donde se acredita:
Hay muchos aspectos condenables de las políticas fallidas de Estados Unidos respecto a Cuba y el embargo que impone a la isla desde hace décadas. Pero el programa que incentiva la migración de personal médico durante asignaciones oficiales en el exterior es particularmente difícil de justificar. Durante el recién terminado año fiscal, 1,278 profesionales médicos, un número récord, obtuvieron autorización de inmigrar.
Es incongruente que Estados Unidos valore las contribuciones de los médicos cubanos enviados por el gobierno para asistir en crisis mundiales, como aquella del terremoto en Haití en 2010, mientras procura desestabilizar al estado facilitando las deserciones.
Así —amén de ratificarle a mis lectores/as lo que expuse en Cuba: ¿qué ‘ofrece’ la Florida?—, asumo que hasta El Nuevo Herald descalifica la mala intención del ABC al develar aristas inequívocas del Cuban Medical Professional Parole Program, programa especial de visas para los profesionales de la salud de la Isla en misiones en otros países devenido Oprobio como pocos en la Guerra multilateral del Águila Imperial vs. el Caimán Verde.
Allí, sin rodeo alguno, se ejemplifica la suerte de galenos oriundo de la Mayor de las Antillas acogidos/as al Cuban Medical Professional Parole Program: “Cada fin de semana, Duvier Gómez, un médico cubano especialista en oncología ginecológica, trabaja repartiendo la comida de un restaurante de la Calle 8 de Miami”.
El reporte también cita a Julio César Alfonso, presidente de Solidaridad Sin Fronteras (SSF), organización promotora de tal Program, quien certifica al respeto: “El país ha recibido una avalancha de médicos cubanos que están subutilizados, trabajando en cafeterías, restaurantes, manejando un taxi o en lo que encuentren”. “Estamos buscando trabajo para ellos en el perfil médico para que no tengan que estar recorriendo toda la ciudad y buscando posiciones de empleo donde muchas veces ni siquiera los escuchan”.
En este orden de pensamiento, considero que quizás sea innecesario advertirle a usted que ni El Herald ni SSF son simpatizantes de la Revolución Cubana, una razón que a todas luces justifica que sería una desequilibrada mental la persona que opine que esos sujetos, con sus manifestaciones, quieren favorecer la imagen de la Fraternidad militante como hecho cotidiano en la práctica internacional del Socialismo que construimos en la Isla.
No obstante, acerca de este asunto sí encuentro pertinente recordar que justo la semana pasada resalté en Cuba: The NYT responde al ABC la mala voluntad del rotativo español al divulgar Los médicos enviados por Cuba a Venezuela huyen en masas a EE. UU.; y la respuesta inmediata de nuestro Embajador en Madrid, quien contrastó esa divulgación con la de “otros medios de prensa españoles” [que hicieron constar] que lamentablemente ‘3.400 médicos (de España) han pedido ya este año el certificado para emigrar’”.
Asimismo, que en ese trabajo destaqué el rótulo La fuga de cerebros en Cuba, cortesía de EEUU, un Editorial de The New York Times donde se acredita:
Hay muchos aspectos condenables de las políticas fallidas de Estados Unidos respecto a Cuba y el embargo que impone a la isla desde hace décadas. Pero el programa que incentiva la migración de personal médico durante asignaciones oficiales en el exterior es particularmente difícil de justificar. Durante el recién terminado año fiscal, 1,278 profesionales médicos, un número récord, obtuvieron autorización de inmigrar.
Es incongruente que Estados Unidos valore las contribuciones de los médicos cubanos enviados por el gobierno para asistir en crisis mundiales, como aquella del terremoto en Haití en 2010, mientras procura desestabilizar al estado facilitando las deserciones.
Así —amén de ratificarle a mis lectores/as lo que expuse en Cuba: ¿qué ‘ofrece’ la Florida?—, asumo que hasta El Nuevo Herald descalifica la mala intención del ABC al develar aristas inequívocas del Cuban Medical Professional Parole Program, programa especial de visas para los profesionales de la salud de la Isla en misiones en otros países devenido Oprobio como pocos en la Guerra multilateral del Águila Imperial vs. el Caimán Verde.
Publicado en
America latina
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