El Chacal está inspirado en la obra homónima del propio Llamas, Andoba, de gran éxito en La Habana y otros lugares, pero adaptada a la realidad panameña, en especial los barrios marginales capitalinos de Curundú, San Miguelito, Calidonia y algunos más con sus bandas delincuenciales y desclasados.
En realidad, la propuesta de Llamas es un dramático y urgente llamado a la población para lograr unidos el rescate de los valores nacionales, la cohesión familiar y una convivencia pacífica que se aviene a la nueva visión en ese sentido expresada por el actual gobierno con su política frente a las pandillas delincuenciales.
Uno de los grandes y notorios aciertos de El Chacal es que está interpretado y protagonizado por 50 actores, no solamente de las tablas, sino de la vida, pues muchos de ellos no son artistas de carrera y sí residentes de las zonas más conflictivas de la ciudad.
Ese hecho le confiere un valor agregado a la puesta, pues desde el punto de vista del sentimiento, los actores expresan emociones incapaces de ser recogidas en un guión, y fue uno de los propósitos de Llamas al querer buscar con El Chacal no solo una representación de testimonios, sino un estímulo para el cambio de vida.
En esa perspectiva, la obra es también un gran alegato a favor de la juventud y en apoyo a su difícil tarea generacional de demostrar que otro mundo es posible y que hay alternativas a la delincuencia y la corrupción.
Llamas es reconocido por sus magistrales direcciones en obras perdurables como Andoba, Santa Camila de La Habana Vieja, Réquiem por Yarini, Madre Coraje y muchas más.
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