A contramano de la historia.
Paco Moreno/Diario UNO
En abril próximo, en Panamá, la Cumbre de
las Américas dará que hablar. Centrará su expectativa en la
participación de Cuba, determinada no solo por el proceso de
normalización con Estados Unidos, auspiciador de ese foro, sino porque
la comunidad latinoamericana ratificó en la cumbre previa que no
aceptaría que en la cita de Panamá se repitiera la marginación del
gobierno de la isla.
La reunión de los mandatarios de los
países miembros de la OEA más Cuba, expulsada de la organización
hemisférica por mandato de Estados Unidos hace más de medio siglo, por
haber optado por un sistema diferente, se inscribe en los nuevos vientos
de pluralismo y respeto a las diferencias expresados en el deshielo
Cuba-EEUU y que América Latina, y dentro de ella nuestro país, alientan
en aras de la paz y la integración.
Por eso, resulta extraño que, contra ese contexto y esa tendencia histórica, el Instituto Político para la Libertad (IPL),
que opera con financiamiento norteamericano y desarrolla
permanentemente actividades contra el gobierno cubano y ha usado jóvenes
peruanos para realizar actividades intervencionistas en Cuba por cuenta
de EEUU, esté organizando el viaje a Panamá de un grupo de jóvenes para
que participen en un “Foro de Jóvenes de las Américas”, parte de una
serie de actividades paralelas a la referida cumbre.
Por los antecedentes citados, es
virtualmente seguro que el IPL participe en provocaciones y otras
acciones hostiles a la isla caribeña que no son acordes con el clima de
entendimiento necesario para la cumbre.
La cita puede abordar también el espinoso
tema venezolano, en el que nuestra Cancillería apuesta por un proceso
de distensión como el que han comenzado La Habana y Washington.
El IPL ha realizado el pasado 12 de marzo
un “Diálogo Nacional de Jóvenes Peruanos” carente de representatividad,
por no estar presentes organizaciones juveniles protagonistas de
recientes acciones sociales, como la lucha contra le ley del empleo
juvenil, y lo ha hecho con el fin de presentar en la cita de Panamá a
una supuesta delegación de la juventud de nuestro país.
Las acciones que evidentemente proyectan
realizar el IPL y sus similares de otros países en Panamá, contra Cuba y
obviamente también contra el gobierno de Venezuela, apuntan a crispar
el ambiente de la cumbre, atentan contra sus objetivos de entendimiento
que propugna América Latina y parecen responder a sectores de la
administración norteamericana añorantes de la Guerra Fría que no
comulgan con el proceso de normalización abierto por Barack Obama y Raúl
Castro.
Ese proceso, que Latinoamérica y el Perú
alientan, tiene pendiente recorrer un camino largo y complejo que
requiere de un clima de confianza para el cual es indispensable la no
injerencia en asuntos internos cubanos.
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Las acciones que evidentemente proyectan realizar el IPL y sus similares de otros países en Panamá, contra Cuba y obviamente también contra el gobierno de Venezuela, apuntan a crispar el ambiente de la cumbre.
Las acciones que evidentemente proyectan realizar el IPL y sus similares de otros países en Panamá, contra Cuba y obviamente también contra el gobierno de Venezuela, apuntan a crispar el ambiente de la cumbre.
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