Las amenazas contra la paz en Venezuela arrecian, impulsadas por los tambores de guerra que suenan en el Norte. Estados Unidos (EEUU) en su fijación contra la patria de Bolívar, recurre al chantaje internacional para que países desconozcan al presidente de la República, Nicolás Maduro, y reconozcan al autoproclamado presidente Juan Guaidó.
Las presiones, algunas veces sutiles y otras muy evidentes, se han adueñado de la política exterior norteamericana y se orientan a lograr un mayor apoyo a su política intervencionista contra Venezuela.
Así, las naciones del Caribe han sido blanco de presiones y amenazas del gobierno norteamericano para desligarlas de Venezuela y de los mecanismos integracionistas que benefician a los países de la región caribeña.
Empezaron por Bahamas, Jamaica y Barbados, países que aunque tienen convenios favorables con Venezuela y buenas relaciones diplomáticas, cedieron ante las presiones norteamericanas. Posteriormente, se sumaron República Dominicana y Haití.
“Sí, el caso dominicano sorprendió a muchos por las excelentes relaciones conquistadas entre ambas naciones caribeña en los últimos años, mientras el papel asumido por Haití fue una amarga sorpresa”, señalaron fuentes del Capitolio estadounidense, a las que Últimas Noticias tuvo acceso.
Tal sorpresa se explica en virtud de que en el ámbito de la Comunidad del Caribe (Caricom) se conocía, vista la agresiva presión contra la isla, que Haití, país al que Venezuela ha apoyado económicamente en las dos últimas décadas, tendría una posición neutral respecto a la nación suramericana, en el caso de la votación llevada a cabo en la Organización de los Estados Americanos (OEA) para no reconocer la toma de posesión de Maduro para un segundo mandato ganado en la elección del 20 de mayo de 2018, en la que obtuvo más de 6 millones de votos.
“El día anterior a la votación, el presidente haitiano recibió una llamada personal del presidente Donald Trump exigiéndole que votara contra Venezuela o no lo ayudaría a contrarrestar las protestas populares”, acotaron las fuentes.
Esa llamada no era la primera. Ya el presidente haitiano había sido contactado, vía telefónica, días antes por el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, quien, de acuerdo con los informantes, le pidió que votara a favor de la resolución “con la oferta de pagar, a través de terceros y con garantía de EEUU, la deuda que tenía Haití con Venezuela”.
“Posterior a la votación, representantes de la Presidencia haitiana se reunieron en Puerto Príncipe, con el encargado de negocios de Estados Unidos en ese país para discutir los términos del pago de la deuda”, puntualizaron las fuentes del congreso gringo.
Recientemente, en esa nación se han producido sendas protestas populares contra las políticas económicas del presidente Jovenel Moise y por graves hechos de corrupción, manifestaciones que han dejado nueve haitianos muertos.
Belice también ha sido víctima de chantaje por parte de los halcones gringos para que se unan a los intentos de desestabilización contra Venezuela. Marco Rubio, senador estadounidense del partido Republicano, envió una carta al embajador de Belice en EEUU, misiva dirigida al primer ministro beliceno, con el referido fin.
“Esa misiva contiene un tono amenazador y de total injerencia en los asuntos internos de esta nación, incluso hace un llamado al gobierno de Belice a que asegure que las empresas mixtas del país con Venezuela no sean una ruta de ingresos para Maduro, o serían incluidas en las sanciones de EEUU”, revelaron las fuentes.
Más chantajes. Las presiones de EEUU para que reconozcan a su pupilo imperialista y se deslinden de cualquier acción que pueda favorecer al chavismo, no solo están dirigidas a los países, también se extienden a organismos internacionales, tales como la Organización de Naciones Unidas (ONU), Organización Mundial de la Salud y hasta el mismísimo Vaticano, sede central de la Iglesia Católica Romana.
“ La ONU se habría planteado participar como observador de la entrega de ayuda humanitaria en Venezuela pero la Administración Trump no ha favorecido esta opción pues pudiera beneficiar intereses del Gobierno de Maduro”, acotaron las fuentes.
De acuerdo con los informantes, al representantes del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Venezuela, Peter Grohman, les fueron bloqueadas sus cuentas por parte de EEUU, debido a una reunión que sostuviera con el presidente Maduro y por no reconocer a Guaidó, diputado del partido de derecha Voluntad Popular.
“La presión pudiera incluir incluso al Vaticano, que tras diversos escándalos que pretenden empañar la gestión del papa Francisco, este se ha visto obligado a admitir que el arzobispo venezolano Edgar Peña, quien no está a favor del diálogo y del mecanismo de Montevideo, fuera designado como tercero dentro de la secretaría de Estado de la Santa Sede”, estimaron las fuentes.
Si hacemos una revisión de la injerencia de Estados Unidos en diversos países del orbe, el saldo no es nada optimista por el ingente número de víctimas y los daños económicos.
En el caso Venezuela, EEUU, país al que Bolívar señaló de estar destinado por la providencia para plagar la América de miserias en nombre de la libertad, seguirá presionando y chantajeando a naciones y organismos internacionales con el fin de lograr pronunciamientos de más gobiernos, partidos y parlamentos en apoyo y reconocimiento al autoproclamado Guaidó.
Y son precisamente las naciones del Caribe, beneficiadas con programas solidarios (Petrocaribe) creados por Venezuela, los blancos principales de EEUU, cuyo gobierno supremacista los amenaza con dejar de subsidiar con financiamientos si no aceptan sus designios.
Desde UN
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